Impermanencia
- Luisa María Oviedo
- 10 mar
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 25 abr
Si algo he aprendido de mis trips psicodélicos con LSD y psilocibina, es que entre más te resistes a la incomodidad, más tensa te vas a sentir. Entre más energía inviertas en querer estar en otro momento o estado en vez de aceptar lo que sucede en este preciso instante, más sufrirás. En el budismo, la impermanencia (anicca) es una de las tres características de la existencia. Todo cambia constantemente, y el sufrimiento surge cuando nos apegamos a cosas transitorias. Para los budistas, la iluminación implica aceptar la naturaleza efímera de la realidad. Aquí lo gracioso es que los budistas y yo llegamos a la misma conclusión pero por caminos tan distintos como similares.
La última noticia que recibí el lunes de la semana pasada fue que el proyecto en el que estoy trabajando no continuará más, lo que quiere decir que entraré en un desempleo transitorio. Mi primera reacción fue sentir miedo y preocupación. Pero pronto pude ver que aquí está de nuevo el universo, recordándome que cree tanto en mí y en lo que hay en este fuego creativo que me habita, que me quitó el piso en el que me sentía cómoda y segura, para ir tras algo muchísimo más alineado con la vida que estoy creando en esta nueva versión de mí misma. Ese humor tan encantador que tiene la vida, ¿no?
Con Migue cada año planeamos las metas que queremos alcanzar, este no fue la excepción, contábamos con todos los recursos para hacerlo realidad. Todo un plan construido que no se ejecutará porque de repente, nos cambiaron todas las variables y certezas.
El timing no pudo ser más perfecto (trato de ser optimista), pues estamos en plena mudanza de ciudad, teniendo gastos en trasteo, arreglos y pintada del apartamento anterior, medicamentos de Pandebono, mi perro, que tuvo una emergencia médica a mediados de febrero y un viaje de un mes programado para abril del que solo tenemos tiquetes de ida y regreso, nada más. Y digo que esto es PERFECTO, porque aunque pareciera que la vida me está poniendo pruebas y me las mandó todas juntas (como le encanta mandarlas), también me da mucha perspectiva de lo está moviéndose drásticamente en mi vida en este momento. Me regalaron algo maravilloso que he recibido en diversas ocasiones y con lo que me siento tan cómoda: el vacío y el lienzo en blanco.
Voy entonces pintando estas curvas de la vida que amortiguan cada paso, que me recuerdan la naturaleza orgánica de existir. Recordándome, a veces sin creérmelo lo suficiente, que no todos los caminos deben ser dibujos rectos, planos, directos, seguros, definidos. Sino más bien, una dosis de impermanencia e incertidumbre, le dan ese picantico sabroso a ser humanxs, a este lienzo que se llama vida humana. Voy avanzando en medio de una neblina densa, aprovechando los chispazos divinos de creatividad que llegan a mí, dándome un poco de luz, de visión, de goce en medio de la incertidumbre. Dejo que el camino se vaya descubriendo a sí mismo, doy unos pasos firmes y otros bastante inseguros, pero me doy cuenta que siempre hay piso bajo mis pies, así no sepa a dónde vaya a parar.
Me he sentado con el miedo y le he preguntado: ¿qué vienes a mostrarme? y me ha respondido que dos cosas, la primera: "Mejora tu relación con el dinero y la estabilidad, resignifica lo que realmente son estos para ti" y lo segundo: "estoy aquí como un impulso para que vayas tras lo que has querido siempre y por mí, no te arriesgas." Entonces medito, sobre la información que soy capaz de ver y que he recibido para no ignorarla más. La tarea es importante y urgente, la respuesta es el mantra que me repito desde que tengo 15 años: "Haz siempre lo que te pida el alma"
La impermanencia, ese concepto que leí hace un tiempo pero que he habitado y transitado toda mi vida. Y entonces para darme ánimos, para darle un lugar menos protagónico al miedo y dejarlo más bien como un ayudante precavido, me recuerdo que todas las veces que el caos llegó a mi vida y me cambió completamente todos los planes, siempre fue para mejor. Me aferro de eso. De esa mágica red que aparece de la nada cuando estás en el aire, cayendo hacia algo que no alcanzas a ver, ni entender, ni sentir. Cayendo infinitamente, con el vacío en el estómago, con miedo, rabia, tristeza, pero también caes con alegría, con diversión, con risas.
Heme aquí de nuevo, en la misma situación cíclica, pues no es mi primer desempleo, pero tampoco soy la misma Luisa. Aquí voy aún con miedo pero con más sabiduría que antes. Me detengo y honro ese saber interno, ese fuego que siempre me dice: "por aquí es" aunque no haya una certeza tangible. Y si hay algo que agradezco en este preciso instante transitorio, es haber aprendido que valgo mucho más por lo que soy que por lo que hago y que la impermanencia es un regalo creativo del universo, para aprender cosas nuevas, para ir tras lo que sueñas, para darte el obsequio y el poder de TÚ elegir qué quieres y no que cualquier cosa te elija a ti.
En medio de tanto caos me anclo al alma que soy. ✨
Todo llega y todo pasa.
Y quién sabe, quizás algún proyecto hermoso y auténtico, salga por fin a la luz. 💫
Comments